Así como te relaciones día a día con las personas, con amistades, familiares, pareja debe ser la relación con Dios. Con un buen amigo te preocupas de escribirle, llamarle, visitarle con cierta frecuencia. Igual sucede cuando inicias una relación de noviazgo: el contacto aumenta, son más las llamadas, más las horas de conversación, es mayor el tiempo que le dedicas que a otra persona común y corriente.
Una reciprocidad semejante debe ser tu relación con Dios, pues en un principio fue el que te dio vida, el que mando a su Hijo a la cruz, como la mayor prueba de amor y para tu salvación, para que a través de tu arrepentimiento sincero fueras absuelto. Pues Cristo con su muerte llevaría todo el peso del pecado de la humanidad de esa época y de la actual.
La oración del día en la vida del cristiano
La oración en la vida del cristiano es vista como la piedra angular, aunque puedas dudarlo o no creerlo Dios solo quiere algo de tiempo de tu parte, de tu dedicación, y no mencionó ese tiempo que puedas darle en momentos de afán, de apuro o angustias. Es aceptable que en algún momento no puedas brindarle todo el tiempo que Él merece, pero hacer de esto algo habitual no es prudente.
Debes hacer de la oración un hábito, así como lo es, comer, bañarse, debes recordarle durante todo el día y dedicarle unos minutos. En el evangelio de Mateos podemos encontrar en el Capítulo 6 versículo 5 lo siguiente:
“Cuando ores, no seas como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para que la gente los vea, de cierto les digo que con eso ya han ganado su recompensa. Pero tú cuando ores, entra a tu aposento y con la puerta cerrada ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre que está en secreto te recompensará en público.”
Como puedes ver, la oración es algo personal, privado, no debe ser algo que debes pregonar a los 4 vientos, como diciendo: “Mírenme yo si oró en el día y ustedes pecadores no lo hacen.” Este párrafo nos invita a reflexionar acerca de lo que realmente debe ser una oración.
¿Cómo saber si se ora de forma correcta para Dios?
Dentro de muchos pasajes dentro de la Biblia, se puede observar que Dios hace la invitación de permanecer en oración de forma alegre, al igual que se nos pide sabiduría, que de no poseerla o sentir que tienes pensamientos muy nublados, el Espíritu Santo es capaz de brindarte esa sabiduría que tantos necesitas ante determinadas situaciones.
Para saber si oras de forma correcta, debes preguntarte si realmente lo haces de corazón o solo lo haces por salir del paso. Porque de alguna forma lo ves como una obligación y no como un medio de encuentro con alguien que amas.
Ante toda situación se debe dar gracias a Dios por las cosas que se reciben. El estar agradecido es una forma de mostrarle a Dios que se le ama y es una de las formas en la que puedes iniciar la oración de la mañana.
¿A quién se debe orar: al Padre, al Hijo o al Espíritu Santo?
La llamada Trinidad hace alusión al hecho de Padre, Hijo y que el Espíritu Santo son tan solo uno, pero que de alguna forma se ha desdoblado en tres entidades, por decirlo de alguna forma. Este hecho ha llevado a muchos a no entender ¿A quién se le debe orar más?, ¿Quién es más importante? Un hecho bastante curioso, ya que debe ser la oración en igual cantidad y calidad para los tres.
En ocasiones uno prevalece sobre el otro, todo depende del tipo de situación que se esté presentando, el problema o dificultad a la cual estés adversando. Dios es nuestro creador y Padre omnipotente y como buen padre todo lo sabe y todo lo conoce, en momentos en los cuales te sientes inseguro sueles acudir a él.
Cuando se está en busca de sabiduría, entendimiento o conocimiento se recurre a realizar oraciones que van dedicadas al Espíritu Santo, todo en pro de obtener algo de los dones del espíritu. El Hijo que camino y vivió en carne propia en la tierra, nos parece más humano, más real, más como tú y yo. Esto hace que las oraciones dirigidas a él son e busca de confort, de reconciliación, de comprensión.
Aunque recuerda que en el fondo cuando oras por un miembro de la trinidad, estás orando para los tres, ya que en definitiva son tan solo uno.
Modelos de oraciones que puedes usar para el día
“Señor Padre Todo Poderoso, tu que nos diste aliento de vida, que entregaste a tu hijo como prueba de tu inmenso amor. En el día de hoy, te entrego mi ser, mis pensamientos, mis acciones, guía cada uno de mis pasos, para que con ellos, sea yo prueba viviente de tu misericordia. Concédeme que todo lo que hoy emprenda, tenga un final asertivo, úsame como instrumento de tu paz, de tu amor. No permitas que las tentaciones perturben mi corazón, no permitas que las acciones negativas de otro me haga sentir menos fuerte. Ante todo Dios Padre mío te doy gracias por este nuevo día.”
“Dios, gracias porque tu voluntad y tu plan siempre son perfectos. Puede que no sea fácil o que no siempre se sienta bien, pero sé que ves el panorama completo y sabes lo que es mejor para mí. Siempre eres bueno Siempre eres fiel, siempre tienes un amor inconmensurable por tus hijos. Estas son verdades que nunca serán falsas, así que ayúdame a vivir a la luz de esas verdades hoy. Ayúdame a tener paz mientras medito en lo que significa que siempre eres bueno, fiel y lleno de amor constante por mí. Ayúdame a enfrentar hoy con confianza sabiendo que Tu plan es mayor que todos mis sueños. Señor, te amo, gracias por la vida que tengo en ti. En el nombre de Jesús, Amén.”
“Señor, gracias por dejarnos trabajar junto a ti para compartir tu alegría con el mundo. Ayúdanos a no dar por sentado el regalo que es compartir tu evangelio con las naciones y con nuestros hermanos. Ayúdenos a tener ojos para ver las necesidades que nos rodean y responder a esas necesidades con alegría y esperanza. Muchas gracias Señor por tu amor y cuidado por nosotros. En el nombre de Jesús, Amén.”
“Querido Señor, te agradecemos tu infinita gracia. Ayúdanos a ser más sensibles a los impulsos del Espíritu Santo, y que siempre podamos escuchar tu voz. Enséñanos a caminar en tus espacios. Guíanos por el camino de la justicia y que nuestros pasos nunca vacilen.”
Cada nuevo día Dios no da la oportunidad de enmendar nuestros errores, de empezar de cero, nos da la oportunidad de entrar en contacto con él través de la oración así que no desperdicies este regalos que te entrega. Solo te tomará unos minutos al día y verás como esos minutos se transformarán en pequeñas bendiciones que irás recibiendo a diario.
El estar en contacto con Dios en un mundo tan ruidoso, lleno de distracciones, vicios, lujos y comodidades parece todo un reto, así que si no estás acostumbrado a orar. Ve paso a paso, Dios no tiene prisa, inicia con una oración al día y poco a poco te irás acostumbrado. Luego verás que no podrás dejar de orar en varias oportunidades del día, te será vital esa conexión con Dios.