Las oraciones milagrosas son aquellas que se realizan ante las situaciones más difíciles de la vida. Como cuando se está en un momento de adversidad, por ejemplo: enfrentando una enfermedad terminal. Dichas oraciones se realizan con la esperanza que la súplica sea oída y se logré el propósito de lo misma.
Aunque parezca algo de magia o irreal muchas veces encontramos consuelo en la oración. Encontramos paz, tranquilidad y sabiduría para resolver los problemas y salir adelante ante una situación compleja y/o conflictiva. No se trata de una fórmula mágica realmente se trata de tener fe, que existe un creador y que le mismo nos dará las herramientas para salir adelante.
Orar para obtener un milagro
El Padre Celestial nunca deja desamparado a sus hijos, por eso le ha dado la oración como medio de comunicación directo con Él. De forma tal, que al momento de empezar a rezar se crea un vínculo que permite tener una conexión directa con Dios.
La oración es el elemento más milagroso que se puede tener como una persona creyente en este mundo tan atribulado. La oración permite purificar tu corazón, te acerca a Dios y te aleja del pecado. Una oración inspirada por tus palabras, creada por ti, puede ser tan fuerte (incluso mucho más) como una pre-establecida, pero esto no quiere decir que las oraciones que ya tenemos no tienen valor.
La oración siempre será poderosa cuando se proclama en alabanza, con honestidad. Como buen padre, Dios sabe que lo llevamos en el corazón, conoce a profundidad lo que alberga tus pensamientos, como tus emociones. Por ello, cuando ores hazlo sabiendo que conoce cada una de tus dificultades. Él, mejor que nadie, te conoce.
La oración no solo es milagrosa es poderosa
Existe una denominación similar a orar que es rezar y aunque pueda parecer lo mismo, realmente no lo es, ya que el rezar proviene del latín “recitaré” que significa repetir. Lo cual se realiza cuando de forma memorística se pronuncia un rezo, ejemplo de ello el “Padrenuestro.” Más una oración de este tipo es de alabanza, de ofrenda y sigue siendo poderosa.
Se habla propiamente de una oración cuando con tus palabras alabas a Dios, cuando dejas que tus sentimientos y emociones afloren. Allí lograrás una comunicación más eficaz con el Padre Todopoderoso. Se recomienda que al iniciar tu encuentro de intimida con el Señor lo hagas recitando una oración establecida y luego dejes abrir tu corazón.
Cada palabra que se pronuncia tiene poder. Por ello, cuando pides, debes hacerlo dándole gracias a Dios por aquello que sabes que te concederá, siguiendo siempre su voluntad, sabiendo que eso que necesitas en ese momento de aflicción hace bien a tu vida y de no serlo debes orar para que se te muestre el camino y poder salir adelante.
En la Biblia puedes encontrar relatos donde el mismo Jesús oraba a su Padre antes de hacer un milagro, ejemplo de ello ocurre con Lázaro, donde dice “Padre, gracias te doy por haberme oído”(Juan capítulo 11, versículo 41).
La oración es algo vital como respirar
Cualquier persona, independientemente de su tendencia religiosa, debe centrar su vida en la oración, ya que la misma debe ser tan vital como comer, respirar, como dormir y descansar. La oración debe formar parte de la vida diaria, desde que te levantas hasta que anochece. Si estas en presencia de Dios, tu vida se tornará en algo mejor, tus cargas serán menos pesadas.
La oración tiene tanto poder que es capaz de alejarnos del pecado, de la tentación, da protección personal, para la familia, para el hogar e incluso para el trabajo. La oración nos da esa paz que el mundo nos roba, una oración como dicen por allí es capaz de mover montañas y aunque no es algo literal, la fe es capaz de lograr grandes cambios en tu vida.
A continuación, te dejamos estas poderosas oraciones para que los milagros sucedan en tu vida, las cuales te ofrecerán el estímulo perfecto para estar listo para recibir las bendiciones del Señor en cualquier momento:
Oración por la provisión de Dios
Querido Padre celestial, te doy las gracias por tu amor, tus abundantes bendiciones y bondad inagotables. Gracias por tu constancia al guiarme y velar por mí en todos aquellos tiempos de incertidumbre, por siempre levantarme y ponerme en lo más alto lejos de todo mal. Gracias por las Escrituras que me consuelan y me recuerdan tus promesas, plan y provisión. Gracias por eliminar todos mis miedos y hacer más ligeras las preocupaciones y por recordarme que la mano amiga siempre proviene de ti. Ayúdame a ser un buen predicador de tu palabra y a sembrar sabiamente las bendiciones que me otorgas. En el nombre de Cristo, Amén.
Nada es imposible para el Señor mi Dios
Padre celestial, gracias porque nada es imposible para ti. Escucha mi oración por un milagro. Lléname de fe para que puedas responder a mi plegaria. Lo que me parece imposible está dentro del alcance de tu poder. Cuando no puedo pensar en una solución, tú aún puedes actuar. Por favor, ayúdame a creer que nada de lo que enfrento en la vida puede compararse contigo. Eres el Dios de lo imposible. Ni la muerte o la vida, los ángeles o los gobernantes, las cosas presentes o futuras, la altura o la profundidad, o cualquier otra cosa en toda la creación, podrán separarme de tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor, Amén.
Fe hace mucho más que solo mover montañas
Dios escucha por favor mi plegaria, tu poder es ilimitado y tu fuerza no tiene fin. Has dicho que una fe tan pequeña como una semilla de mostaza puede mover montañas. Ahora que me enfrento a una montaña, siento que mi fe es débil, Señor ¿me sorprenderías con tu poder milagroso? Recuérdame que tienes el control de todo en mi vida. Puedes hacer mucho más de lo que te pido o puedo imaginar, de acuerdo con el poder que trabaja dentro de mí. A ti sea gloria por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Por Jesucristo nuestro Señor, Amén.
El nombre del Señor es todopoderoso
Señor Jesucristo, gracias porque eres mi fuerza y mi canción, llenas mi corazón de alegría. Tu nombre es poderoso. A tu nombre, las montañas tiemblan y los mares rugen. A tu nombre, la creación canta con alegría. A tu nombre, los demonios huyen. A tu nombre, cada rodilla se doblará y cada lengua confesará que usted es el Señor. En tu poderoso nombre, ofrezco mi oración. Dame la seguridad de que no hay poder más grande que tu nombre. Dame consuelo eterno y buena esperanza a través de la gracia, consuela mi corazón y cuídame en cada paso que doy. A través de tu poderoso nombre, Amén.
Mi Oración no fue respondida ¿Qué significa?
En muchas ocasiones habrás escuchado decir a varias personas, mi oración no fue escuchada, pedí un milagro y no me fue concedido. En el peor de los casos muchos llegan a pensar: es que Dios no existe. Pero realmente todas estas palabras son falsas, todo tiene una razón de ser y te explicáremos, la razón de tal situación, pues Dios no es un recepcionista de quejas, que esta solo para complacer caprichos, puede sonar duro, pero es así.
Primero que nada debes tener claro que para orar debes saber hacerlo, ser humilde de corazón, dejar aún lado la arrogancia y entender que debes ser cuidadoso con las palabras que utilices. No es lo mismo decirle a una persona: “Oye, tú pásame el vaso.” A decir: “Disculpe señor, podría pasarme el vaso. Por favor”, existe una diferencia abismal. De seguro que al primero lo miras de forma no muy grata y no te provoca ayudarlo, pero con el segundo, lo haces con gusto.
Lo mismo sucede con Dios, debemos dirigirnos con amor, respeto y humildad, a quién nos creó y a quién mando a su único hijo como medio de salvación. Otro factor relevante es, si realmente conocemos de la Palabra y de Dios, entender que la oración es mucho más que solo pedir. En varias ocasiones se ha dicho que se trata de agradecer, el hecho de seguir vivos ya representa un gran milagro.
Dios sabe que es lo mejor para ti
Otro factor relevante se trata de que quizás eso que tanto anhelas no es lo mejor para ti. Aunque tú lo creas así en ese momento. Por ejemplo, orabas por un trabajo en determinada empresa pero por algún motivo ese puesto de trabajo no te fue concedido y oraste con fe, de forma correcta ¿Qué pudo haber sucedido? La respuesta es muy sencilla, no era para ti, con el paso del tiempo verás cómo llega algo mucho mejor que te hará decir: “Ahora si lo entiendo.”
Como seres humanos no vemos más allá de nuestras perspectivas, pero Dios que todo lo ve, todo lo oye, todo lo sabe, tiene un destino preparado para ti: una misión. Y por más que quieras huir de ella, Él de una forma u otra te seguirá llamando.
“La oración no es más que un gran salto de Fe, si tuvieras fe como un granito de mostaza eso dice el Señor, se moverían las montañas.”